martes, 14 de febrero de 2012

HOY, 14 DE FEBRERO, DÍA DE SAN VALENTÍN


¡Qué bonito día!... o eso es la idea general de esta fecha, ¿no? Para mí, lo más grandioso de este día es que, por lo menos, hay alguien que programó esta fecha para valorar el AMOR, ese valor que cada día pierde más importancia.

Yo, por suerte, tengo una persona maravillosa a mi lado desde hace, a estas fechas que escribo esto, casi 7 años. Soy muy afortunado por tenerla junto a mí y, tal vez, nunca llegue a valorarlo y siempre pensaré que no me merezco lo que ella me da y lo que la vida me ha regalado al permitirme tenerla a mi lado. La verdad que hoy, aunque celebraré con ella este día, por supuesto, no es para mí una fiesta que me encante, dado que no es cierto que sólo hoy me acuerde que estoy enamorado de ella o que ella lo está de mí (también por suerte sé que es así). Asimismo, tampoco me gusta la idea de que, por ser el día que es, haya que regalarse algo para demostrar el cariño que nos tenemos. De todas formas, he de confesar que esta es la idea que tenía hasta hoy, será tal vez porque hoy empieza esta aventura de este blog. Y digo esto porque (vuelvo a la idea con la que comencé), concretamente hoy, he tenido un acontecimiento que me preocupaba bastante, que ha hecho que me plantee si abandonar unas cosas, si merece la pena una cosa que tengo entre manos... pero ha sido así hasta que he llegado a mi casa y he pensado que en muy pocos minutos he quedado con esa maravillosa princesa que tengo a mi lado... ¿y qué ha pasado? Se me han olvidado todos estos problemas... Y eso es lo que realmente, de momento (ya que ahora tengo una cita...), me llevo del día de San Valentín, y es que me ha ayudado a valorar a esa persona que tengo a mi lado y que tanto me aporta, me aportó y me aportará por siempre si Dios quiere (lo digo así porque es una frase hecha pero, por suerte, los dos sabemos que Dios sí lo quiere así...). Me ha ayudado a pensar en los problemas y en todo aquello que no nos permiten valorar correctamente a esa persona con la que compartimos nuestra vida, me ha ayudado a caer en la cuenta en todos aquellos enfados y malas contestaciones que tienen que aguantar porque es ella la que están ahí... y realmente, porque ella están ahí, no debería aguantar nada de eso y debería recibir todo el amor y el cariño que podamos dar en esta vida...

De momento, pido perdón y pediré ayuda a Dios para que cambie eso en mi vida. Y bueno, por supuesto, también doy gracias por toda esa gente con las que comparto mi camino en esta vida y, sobretodo, GRACIAS Y FELICIDADES a tí, mi princesa, por todo lo que tú sabes y por todo lo que no tendré tiempo en esta vida de agradecerte. Eso sí, hoy también te pediré un favor... nunca dejes de estar ahí ni de quererme, ¡¡porque tú y yo sabemos que este proyecto de vida es de los dos juntos!! (Y de quien nos lo ha dicho nos podemos fiar, ¿no?) jejeje

Y, para terminar, quisiera decir también otra cosa para que esta reflexión no sea sólo mía propia... Donde he dicho ella, la persona que tengo a mi lado, podría haber dicho también ellos, todas esas personas que están en nuestra vida y que muchas veces nos sirven para desahogarnos en forma de enfado, malas contestaciones... seguro que te pasa con mucha gente... y realmente debemos, aunque nos cueste la misma vida, cambiar eso y agradecerles que estén con nosotros en esta vida y que nos transmitan tanto...

Y pensar que esta mañana cuando me desperté no le veía sentido a que alguien nos dijera cuándo tenemos que demostrar el amor que tenemos hacia una pareja... Pero bueno, esta es una bofetada más que la vida me da y que seguro me hará aprender muchas cosas... y que tal vez incluso me permita ser instrumento de Dios y que quien lea esto lo aprenda también... No lo sé, de momento, empezaré por tí mismo y te daré las gracias por estar ahí...

No hay comentarios:

Publicar un comentario